el Catire barcelones
Dedicando las líneas de un poema-cuento a un cuenta cuentos del Oriente Venezolano.
El Catire Barcelonés:
Voy a contarte un cuento,
Voy a contarte una historia,
Acerca de un catirito,
El Niño más blanquito,
Qué alguna vez haya visto,
nacer de padres criollitos,
La histórica ciudad de Barcelona.
Sus ojos cautivaron a su abuela,
Desde el mismo día en que,
Por primera vez lo cargara,
Y sin reparo ni pedir permiso,
Aquel rozagante catirito,
Se metió hábilmente en el bolsillo,
Los ojos de su abuela amada.
Qué contraste de pieles hermosas, Aquella escena de amor develaba,
El brillo mulato de la piel de su abuela,
Adornaba el resplandor de su catirito,
Quien en sus brazos yacía con calma,
Como una pintura de Picasso,
La blancura de su piel de regazo,
Estaba enmarcada por el perfecto marco,
La sonrisa de su abuela y sus exquisitos brazos mulatos,
y por encima de todo lo hermoso, que esta visión pudiera regalarnos,
brilla el amor de familia,
como escarcha dorada,
y esparcida por todos lados,
abuelita y nietesito se han reencontrado,
la historia del Catirito,
Por este mundo encarnado,
Definitivamente había comenzado,
De la mano de su abuela,
Quien sin saberlo y por muchos años,
Lo aguardaba con cautela,
Para convertirse en los cómplices de un plan divino-humano,
De una misión de trascendencia,
Reparar y sanar al clan sarrameda,
De todas las cargas transgeneracionales,
que sin motivo alguno,
Cada miembro de esa familia,
Experimenta en esta vida y, mientras estén de paso.
Yannar ya había nacido,
Y la llegada al mundo del catirito,
Le había regalado un hermanito,
Que brillaba por ser tan blanquito,
Más color de piel no pudo ver,
Pues ambos eran muy pequeñitos,
Como para hacer diferencias entre claro y oscurito,
La historia entre ellos empezaba mucho más simple: solo eran hermanitos.
Jose Antonio le pusieron por nombre sus padres,
para honrar a sus abuelitos,
Convirtiéndose su nombre en la clave principal,
Qué lo llevaría a resolver el acertijo:
Una historia,
para muchos otros,
Un simple cuentico,
Qué en clave de inconsciente familiar y colectivo,
Pre-dispone a las nuevas generaciones a cargas con programas mentales y emocionales condicionados,
Que atentan contra el libre albedrío.
Pasados un par de años,
Mairé hizo su gran entrada al mundo,
Para ocupar el lugar de la niña chiquita,
La que necesitaba ser protegida,
Pues la vida,
Sin ser mala, ni culpar a ninguno de sus protagonistas,
La dejó a cargo de una madre entregadísima,
Quien sin darse cuenta de que se apoyaba,
En el catire,
para proteger a las dos niñas,
En especial a Mairé, para quien se convertiría,
En un apoyo paternal desde entonces y hasta estos mismos días,
Cuando la bautizada débil niñita,
Ahora esposa y madre,
-En los cielos esta Miranda, su primera hija-,
Ha demostrado ser valiente y adulta,
Con consciencia elocuente y analítica,
Como para devolverle al catire,
El puesto que le tocaba en esta vida:,
Ser su hermano, y como hermano,
Acompañarla por el sendero,
Al que todos en mutuo acuerdo, sustentan con fundamento,
Lo que ayer, hoy y siempre, Se mide en función al tiempo:
La misma vida desde luego.
Gracias Jóse, hoy te expreso,
Porque siendo hermano,
Hasta Padre te has vuelto,
Por amor a tus hermanas,
A tu madre, a ti mismo,
y a tu padre,
Quien desde su vida,
Se había vuelto ajeno,
Para amarse con más intensidad,
Y rendir a medias,
Lo que tú admirablemente,
Hoy valoras y das gracia en pleno.
Este poema también hace homenaje,
A Yajaira, la fervorosa y entregada madre,
Que hace todo por sus hijos, así como también lo hace por sus hermanos,
Y lo hizo por su madre.
Ella es Estrella de la mañana,
hoy y siempre, e inefable.
Gracias Yajaira por entregarte,
Y amarte, sin medidas y en todo instante,
En cada uno de tus hijos y en todos tus familiares. Eres fabulosa, eres madre.
Por eso hoy apelo al enunciado, más sutilmente apoyado,
Por todas las madres expresando, "hola blanquito mío",
se unen en un solo coro y en canto,
las mujeres - madres más amables;
Qué detalle:
Recibe en este poema ese detalle, Feliz cumpleaños bien merecidos,
Y Agradecido, yo celebro contigo,
La conmemoración de tu nacimiento y la descendencia de tu clan y linaje,
De píe a cabeza: completico.