reconocimiento de mi ser
Poema dedicado al reconocimiento de mi ser, y a la celebración de mi nacimiento:
Es un placer escribirme,
una y otra vez repetirme,
lo sublime que ha hecho sentirme,
el acto ritual,
para mi ego parcialmente invisible,
de símbolos con significados sutiles,
por medio del cual he podido,
valorarme a mí mismo,
ahora siento que existo,
así como el haber nacido,
en este mundo dual,
donde, hasta entonces,
me había sin explicación sentido,
que no pertenecía a este sitio,
o como si mi cuerpo,
me quedara chiquito,
hasta ahora entiendo,
no me había reconocido,
vivo, con la creación entera,
y por ende, sin razón de existencia.
Finalmente mi alma experimenta,
la encarnación de mi esencia,
mi divina naturaleza,
dual en este plano,
para vivir una experiencia,
que por decisión divina de mi ser,
me lleva de regreso a la unidad plena,
mientras camino consciente y comprometido,
con el despertar de mi consciencia,
dándole sentido a mis experiencias,
mientras de paso estoy por esta tierra,
y con el propósito único,
de despertar a quien decida,
llegarme muy cerca;
no es mi decisión cambiar nada ni a nadie,
sino mi propia consciencia.
Ser divino es respetar,
el orden de la creación entera,
y el libre albedrío de cada ser humano,
de tomar el camino que quiera,
para llegar a donde quiera,
dirigido por el mismo, o aquellos que le convenzan,
de dirigirlo inconsciente y dormido,
por sendas que lo alejan,
de su evolución consciente,
aquella que su alma profundamente desea;
es queriendo despertarse,
que el ser humano se despierta,
con la certeza,
de que su consciencia de luz,
jamás le abandona,
y aunque el miedo realmente aprieta,
tener presente en el corazón,
que todo es una vil ilusión,
a la que el ego confundido se entrega,
engañado por obsoletos programas,
que desean dormitar la consciencia,
para confinar al hombre a ser esclavo,
de otro ser que se ha hecho esclavo,
sin atreverse a cuestionar lo descabellado,
de la vida que lo lleva amarrado,
a paradigmas que lo tienen atrapado.
Cuantos días yo también viví condenado,
a seguir preceptos inhumanos,
mientras se me vendía el ser hijo de Dios,
como si eso sirviera de algo,
al contrario,
el precepto,
de igual forma me hacía esclavo.
Que incoherente historia,
que de cuestionar algún día,
me hubiese vilmente condenado,
al fuego eterno,
donde aparentemente arden,
aquellos que han desafiado,
sus creencias para despertarse,
del sueño disfrazado,
de promesas falsas,
y miedos infundados.
Por eso hoy canto con alegría,
el reconocimiento de mi ser,
y su nacimiento en esta vida,
mi vida,
la más grande alegoría,
de mi consciencia despertándose,
para amar sin medida,
en la medida,
hacia la no medida,
donde mi consciencia encarnada,
despierta y evolutiva,
descubre y acepta,
lo que entendiendo asimila:
es divina,
la naturaleza de mi ser es magia divina,
muy por encima,
de lo que el ego a su paso internaliza,
durante el transcurrir de los días,
para él si existe el tiempo,
más la consciencia despierta si domina,
el estar presente en el presente,
para crear y recrear su vida,
como dije al principio,
dándole sentido a la vida,
por medio de las experiencias,
libremente escogidas,
libre de programas y paradigmas.
La vida y la existencia en este plano,
es una maravillosa estadía,
del alma en marco de cuerpo,
sometiéndose a la idea del tiempo,
para transcenderla,
antes de abandonar esta experiencia,
donde la existencia se une a la vida.
Es un placer escribirme,
una y otra vez repetirme,
lo sublime que ha hecho sentirme,
el acto ritual,
para mi ego parcialmente invisible,
de símbolos con significados sutiles,
por medio del cual he podido,
valorarme a mí mismo,
ahora siento que existo,
así como el haber nacido,
en este mundo dual,
donde, hasta entonces,
me había sin explicación sentido,
que no pertenecía a este sitio,
o como si mi cuerpo,
me quedara chiquito,
hasta ahora entiendo,
no me había reconocido,
vivo, con la creación entera,
y por ende, sin razón de existencia.
Finalmente mi alma experimenta,
la encarnación de mi esencia,
mi divina naturaleza,
dual en este plano,
para vivir una experiencia,
que por decisión divina de mi ser,
me lleva de regreso a la unidad plena,
mientras camino consciente y comprometido,
con el despertar de mi consciencia,
dándole sentido a mis experiencias,
mientras de paso estoy por esta tierra,
y con el propósito único,
de despertar a quien decida,
llegarme muy cerca;
no es mi decisión cambiar nada ni a nadie,
sino mi propia consciencia.
Ser divino es respetar,
el orden de la creación entera,
y el libre albedrío de cada ser humano,
de tomar el camino que quiera,
para llegar a donde quiera,
dirigido por el mismo, o aquellos que le convenzan,
de dirigirlo inconsciente y dormido,
por sendas que lo alejan,
de su evolución consciente,
aquella que su alma profundamente desea;
es queriendo despertarse,
que el ser humano se despierta,
con la certeza,
de que su consciencia de luz,
jamás le abandona,
y aunque el miedo realmente aprieta,
tener presente en el corazón,
que todo es una vil ilusión,
a la que el ego confundido se entrega,
engañado por obsoletos programas,
que desean dormitar la consciencia,
para confinar al hombre a ser esclavo,
de otro ser que se ha hecho esclavo,
sin atreverse a cuestionar lo descabellado,
de la vida que lo lleva amarrado,
a paradigmas que lo tienen atrapado.
Cuantos días yo también viví condenado,
a seguir preceptos inhumanos,
mientras se me vendía el ser hijo de Dios,
como si eso sirviera de algo,
al contrario,
el precepto,
de igual forma me hacía esclavo.
Que incoherente historia,
que de cuestionar algún día,
me hubiese vilmente condenado,
al fuego eterno,
donde aparentemente arden,
aquellos que han desafiado,
sus creencias para despertarse,
del sueño disfrazado,
de promesas falsas,
y miedos infundados.
Por eso hoy canto con alegría,
el reconocimiento de mi ser,
y su nacimiento en esta vida,
mi vida,
la más grande alegoría,
de mi consciencia despertándose,
para amar sin medida,
en la medida,
hacia la no medida,
donde mi consciencia encarnada,
despierta y evolutiva,
descubre y acepta,
lo que entendiendo asimila:
es divina,
la naturaleza de mi ser es magia divina,
muy por encima,
de lo que el ego a su paso internaliza,
durante el transcurrir de los días,
para él si existe el tiempo,
más la consciencia despierta si domina,
el estar presente en el presente,
para crear y recrear su vida,
como dije al principio,
dándole sentido a la vida,
por medio de las experiencias,
libremente escogidas,
libre de programas y paradigmas.
La vida y la existencia en este plano,
es una maravillosa estadía,
del alma en marco de cuerpo,
sometiéndose a la idea del tiempo,
para transcenderla,
antes de abandonar esta experiencia,
donde la existencia se une a la vida.